He leído…
He leído en tus ojos, cuanto has llorado.
Y juro que muy dentro de mi apariencia de frialdad.
Hay un hombre muy triste por tanta distancia.
Te invito a que penetres la coraza del tiempo.
Y vengas hasta donde habitan las sonrisas sin miedos.
Y que las noches ya no sean lluvias de estrellas colmadas de soledades.
Atravieso el viento pero no puedo llegar hasta tu boca ansiosa.
Me arrepiento de ser tan distante y tan falto de humildad.
Para gritar a los cuatros puntos cardinales cuanto te necesito.
Aunque sea juzgado por la eternidad de los seres oscuros.
Que no comprenderán porque un vampiro se enamoro de su presa.
Porque conquiste muchas noches sobre cuerpos ardientes.
Dejando la frialdad en cada llegada del amanecer.
Porque tu mujer eres el alimento necesario para que siga vivo.
Y moriré por ti si eso fuera necesario.
Y no preguntes porque lo haría, si la respuesta esta en ti.
Y por lo que he leído en esta noche de soledad esperándote…
En tu triste mirada mi amada y bella mujer.