Hace un tiempo…
Deambulaba cotidianamente por la senda del olvido.
Mis manos envejecidas de tocar solo victimas ocasionales.
Denotaban falta de interés proseguir por este centenar de años de legión.
No poder ver reflejado mi cuerpo en un espejo hoy es una preocupación.
Y no poder hacerle frente al sol mucha más indignación.
Que le sucede al ser inmortal, que seduce aun siendo el fin para quien se le atreve.
Mi morada oscura resulta solitaria, aunque se muy bien que solo, la debo habitar.
He rechazado imperios y reinados por un sorbo de sangre.
Fui implacable y sanguinario para quienes me demostraron temor.
Y valore a quien me enfrento hidalgamente, batallando lealmente.
Fui muy cortes, con las ansias latentes de poseer.
Pero desde hace un tiempo hubo un encuentro furtivo con la realidad.
Soy un simple ser solitario alimentándome por las noches.
Convencido que hubo sexo, pasión y deseo pero algo falto.
Para que hoy me replantee que hice de mal con mi existencia.
Tal vez jamás desee realmente a las mujeres que creí amar.
O confundí a muchas mujeres con mi lascivo mirar.
Y realmente yo buscaba otra realidad para mi existir.
Lleno de dudas instaladas por una extraña sensación, que al salir la luna seguro olvidare.
Fue sus últimas palabras, antes de partir en la búsqueda de su sustento.
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Hace un tiempo…una mujer llego al corazón del vampiro.
Pero el aun no encuentra explicación a que se debe ese extraño sentir.
Tal vez finge, escondiendo sus colmillos tras su capa…
O el temor de aceptar que en el hay posibilidades para el amor.
¿Alguna vez se sabrá el final de este poema?
O quedara guardado, para el vampiro y su amada mujer.
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