Despacio…
Cae la nieve sobre mis hombros en esta tarde gris.
Dejando un manto blanco sobre donde descansan los que se aventuraron a vivir.
Y hoy solo queda el recuerdo de una lágrima suspendida en el aire.
Es el tormento del ayer que jamás nos abandona.
Son los sueños jamás realizados que se congelaron en el reflejo del lago de tus ojos.
Que atrapo para la eternidad la cara más bella de una luna de abril.
Es el paso lento de un ser solitario que busca sin saber que.
Los vientos traen algo de las lejanas tierras.
Que aquí ya no existe, es el aroma de la sangre aun corriendo por las venas.
Y el sonido de las voces de seres anónimos y tan necesarios para mí existir.
Soy la contra cara de la realidad porque vivo en sus miedos.
Anido en cada sueño de excelsa pasión perturbando sus deseos.
Colmando de ansiedad y falsas expectativas exaltando el sentir.
Soy el agudo del gemido entre placer y dolor.
El deseo y la histeria del grito callado por temor a sufrir.
La vida ante el adiós repentino de ese besar tan bello.
Despacio…que vine por ti.
Ya no podrás huir, ni resistirte mujer.
Porque llegue a tu vida, como llega la noche sin aviso.
Para amarte hasta el fin…